Hoy arrancó la jornada 7 de la liga, una jornada que nos dejó emociones, luchas y algún que otro susto. El inicio vino con dos partidos, Sevilla vs Valladolid y Valencia vs Osasuna. Vamos a centrarnos primero en el duelo Sevilla vs Valladolid, un encuentro lleno de tensión y con momentos brillantes. El primer gol se hizo esperar hasta el minuto 45, cuando David Torres adelantó al Sevilla justo antes del descanso. El equipo andaluz respiraba, pero el Valladolid no iba a rendirse. En el minuto 56, Kike Pérez logró el empate, devolviendo la ilusión a su equipo. Pero el destino tenía reservado un giro más, en el minuto 85, Ejuke anotó el 2-1 definitivo, sellando la victoria para el Sevilla.
Fue un partido de ida y vuelta, un auténtico «toma y daca». Ambos equipos lo dieron todo, y bien los tres puntos pudieron haber caído de cualquier lado, pero esta vez la suerte sonrió al Sevilla. Con esta victoria, el conjunto sevillista suma 8 puntos y se aleja un poco de la temida zona de descenso. Mientras tanto, el Valladolid, con 5 puntos, tendrá que seguir luchando, pero con la actitud mostrada hoy y aprovechando mejor sus oportunidades, podrían cambiar su rumbo.
En paralelo, se jugaba el Valencia vs Osasuna, un partido que terminó como empezó, con un 0-0. Osasuna, que en casa es una bestia, fuera parece otro equipo. El Valencia, por su parte, sigue mostrando las mismas dificultades que hemos visto a lo largo de las primeras siete jornadas. Un equipo que lo intenta, pero que apenas genera peligro. El partido, en general, fue difícil de ver, y los 0-0 rara vez son sinónimo de buen fútbol. Con este empate, Osasuna llega a los 11 puntos y se mantiene en la parte alta de la clasificación, mientras que el Valencia, con solo 5 puntos, sigue abajo. Su entrenador tiene mucho trabajo por delante, ya que aún no está claro a qué juegan.
Más tarde, el Real Madrid se enfrentó al Alavés, en un partido que comenzó de la mejor manera para los blancos. En el minuto 1, Lucas Vázquez abrió el marcador, y Mbappé, justo antes del descanso, puso el 2-0. Todo indicaba que sería una tarde tranquila y festiva para el Madrid. En la segunda mitad, Rodrygo, al minuto 48, parecía haber sentenciado el encuentro con el 3-0. Sin embargo, el fútbol siempre tiene sorpresas reservadas. En el minuto 85, Benavídez recortó distancias para el Alavés con el 3-1, y apenas un minuto después, Kike García marcó el 3-2, generando un ambiente de nerviosismo en el Santiago Bernabéu. El Madrid, que había sido superior durante casi todo el partido, de repente vio peligrar su victoria, aunque finalmente logró mantener los 3 puntos. Ahora suma 17 puntos, mientras que el Alavés, con 10 puntos.
Hubo varios momentos destacados en el partido, como un Vinicius un tanto egoísta que decidió tirar en lugar de pasarle a Bellingham, quien estaba mejor posicionado. Detalles como estos pueden perjudicar al equipo. Y luego está el polémico caso de Endrick, que para muchos, incluyéndome, merecía una tarjeta roja. Si existe el VAR, es para utilizarlo correctamente, pero al final los árbitros, lamentablemente, parecen hacer lo que quieren. Eso sí, cuando se trata de equipos grandes como el Madrid o el Barcelona, parece que siempre hay una tendencia a favorecerlos, aunque, sinceramente, no lo necesitan con la calidad de plantillas que tienen.