Ayer se disputó el partido atrasado de la jornada 3 entre el Betis y el Getafe. El Betis jugó un buen fútbol, pero en la primera parte no se vieron goles. Ya en el segundo tiempo, tras un penalti, el Betis se adelantó en el marcador gracias a Lo Celso, quien convirtió desde los once metros el 1-0. Con el partido más abierto, en el minuto 74, Lo Celso volvió a marcar, poniendo el 2-0 y dejando al Betis con los 3 puntos prácticamente asegurados. Sin embargo, en el descuento, Arambarri descontó para el Getafe, cerrando el marcador 2-1 en un encuentro que ya parecía decidido.
El partido fue muy disputado, con algunas acciones que podrían haber cambiado el rumbo del juego. Una falta a Bellerín, que para muchos merecía tarjeta roja, dejó dudas sobre el arbitraje. Fue una entrada que pudo haberle causado mucho daño, y sorprende que el árbitro no la sancionara. Si se hubiera tratado de jugadores mediáticos como Kylian Mbappé, Vinicius, Lamine Yamal o Pedri, probablemente la tarjeta roja habría salido, y el incidente habría ocupado horas en televisión. Pero, como era Bellerín y juega en el Betis, parece que la repercusión no es la misma.
Es indignante ver cómo el arbitraje en ocasiones no es imparcial. Se habla mucho del reglamento, pero cuando llega el momento de aplicarlo, parece que algunos árbitros lo olvidan o lo interpretan de manera diferente. Lo mismo sucede con los penaltis, como en el caso de Fornals, donde parece que el reglamento cambia según quién lo lea. Es triste que haya más imparcialidad en un partido entre niños que en los partidos de primera división, y lo peor de todo es que estas situaciones apenas son noticia. Los aficionados que amamos el fútbol, sin importar los colores, queremos justicia en el juego, y a menudo los árbitros convierten un partido en todo lo contrario a lo que debería ser el deporte.
A pesar de todo, el Betis sumó 3 puntos, alcanzando un total de 8, mientras que el Getafe sigue con solo 3 puntos, lo que deja un panorama complicado para ellos.
Por otro lado, en el PSG vs Girona, el PSG se llevó la victoria en el minuto 90 gracias a un gol de Nuno Mendes, poniendo el 1-0 definitivo. Un resultado cruel para el Girona, que había hecho un partidazo, especialmente su portero Paulo, pero un único error les costó caro. Aunque era de esperar una derrota ante el PSG, el Girona debe seguir luchando partido a partido y soñar con lo que pueda suceder en el futuro.