El partido de ayer del Barcelona fue bastante regular, sin grandes destellos, pero con una victoria que, como es habitual, Pero también trajo consigo críticas. Y esta vez, el principal blanco ha sido Ferran Torres, debido a las oportunidades falladas que tuvo durante el encuentro. Sin embargo, hay que recordar que no solo Ferran cometió errores, varios jugadores en los que se depositan grandes expectativas por ser canteranos también tuvieron fallos . A pesar de eso, las críticas se han dirigido de manera desproporcionada hacia Ferran Torres, en parte porque ya lleva un tiempo en el equipo y porque se espera mucho más de él.
Es curioso cómo las críticas se han focalizado en Ferran, cuando hace apenas unos días, otros jugadores como Lewandowski y Marc-André ter Stegen también estaban bajo el escrutinio de la afición. Lewandowski , a quien algunos llamaban «El Abuelo», ha logrado silenciar esas críticas con buenas actuaciones, y ahora, con la victoria en mano, se han olvidado de esos reproches, trasladando toda la presión sobre Ferran Torres. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Ferran no es el único que ha tenido dificultades de cara a portería, ayer, varios jugadores fallaron en situaciones clave, ya sea en los pases, en el uno contra uno, o en oportunidades claras de gol.
Y si el árbitro no hubiese perdonado la tarjeta roja a Cubarsi, es probable que hoy las críticas hubieran sido mucho más amplias, y no solo Ferran, sino muchos otros jugadores habrían estado bajo la lupa. En ese escenario, solo Lewandowski y Ter Stegen se habrían librado de las críticas. Pero como el equipo finalmente ganó el encuentro, la narrativa se ha centrado en los errores de Ferran Torres. Es una situación injusta, especialmente porque, aunque Ferran lleva ya un tiempo en el Barcelona, la presión sobre él ha sido inmensa desde su llegada, y no es el único responsable de los posibles problemas que enfrenta el equipo.
Y comparar al Barcelona actual con el de hace 10 años es inevitable, pero también injusto. El equipo de aquella época era el mejor del mundo, con jugadores que dejaron el listón increíblemente alto. Ahora, cada vez que surge un joven talento en la cantera, las expectativas se disparan, con la esperanza de encontrar un nuevo Iniesta, Xavi, puyol o Messi. Pero esas comparaciones suelen ser solo humo, una manera de vender ilusión a una afición que anhela volver a esos días gloriosos. Sin embargo, la realidad es que el club, debido a su situación financiera, no puede hacer los fichajes que realmente despertarían esa ilusión, y esto deja a los jóvenes talentos bajo una presión enorme.
Ferran Torres, a quien se le ha apodado «el tiburón» por su agresividad en el juego, no es el único que falló ayer, pero se le ha convertido en el chivo expiatorio de un equipo que todavía está lejos del nivel que la afición espera. Ayer, muchos jugadores cometieron errores, pero como el Barcelona logró ganar, parece que todo se reduce a las fallas de Ferran. Esto es un enfoque injusto, y no refleja el esfuerzo colectivo del equipo. Es importante recordar que Ferran, aunque ya lleva un tiempo en el club, sigue siendo un jugador joven que está aprendiendo a manejar la presión de jugar en uno de los equipos más grandes del mundo.
El Barcelona, aunque aún esté lejos de ser el equipo dominante que fue hace una década, sigue siendo un conjunto en evolución, y los jugadores, incluidos aquellos como Ferran Torres, merecen el tiempo y el espacio para crecer y mejorar. Las críticas desmedidas no ayudarán a mejorar su rendimiento ni a devolver al equipo a la cima. Por ahora, lo más importante es que el Barcelona ganó, y aunque Ferran tuvo sus errores, no fue el único, y el equipo en su conjunto debe seguir trabajando para alcanzar el nivel que todos desean.