El Barcelona ganó de manera contundente 2-5 fuera de casa, mientras que el Atlético de Madrid se llevó la victoria en el minuto 93 después de pasar casi todo el partido defendiendo el empate. Empezando por el Barcelona, aunque venció al Estrella Roja, uno de los equipos más modestos, cumplió su papel al ganar y sumar los tres puntos. Hizo lo que se esperaba de él, jugar su partido y salir con la victoria.
Por otro lado, el Atlético parece decidido a seguir el mismo guion. Con su estilo defensivo, lo mejor para ellos sería jugar en la UEFA, porque en la Champions el resultado de hoy parece más un golpe de suerte que una estrategia sólida. El rival tuvo varias oportunidades, pero no supo concretarlas, y eso les permitió a los rojiblancos sobrevivir y, con una contra en el último suspiro, Correa marcó el gol decisivo en el minuto 93. Pero, siendo honestos, lo normal, viendo el planteamiento del Atlético, habría sido perder.
Este equipo sigue fiel a un planteamiento que los limita. En Liga, no despegan, y en Champions, el enfoque es el mismo: defender el resultado a toda costa. Hoy se van contentos con los tres puntos, pero ¿hasta cuándo funcionará esta cortina de humo? No se puede competir con ese estilo, y es lógico que el Atlético no esté levantando títulos ni alcanzando metas importantes. Los tres puntos de hoy no son más que una fachada para un equipo que, posiblemente, termine la temporada como la pasada: ganando nada y satisfecho simplemente por «competir».