La Champions y el Real Madrid parecen estar hechos el uno para el otro. Las remontadas épicas, la pasión inquebrantable, y esa esencia de nunca rendirse son parte de la identidad del Real Madrid. Nunca puedes darlo por muerto, porque la Champions es su terreno, su título preferido. Es el equipo que más veces ha levantado la Copa de Europa, y sus jugadores parecen transformarse en esta competición. En la liga, a veces pueden parecer grises, pero cuando llega la Champions, todo cambia. Un primer tiempo con un 0-2 en contra puede terminar, cuarenta y cinco minutos después, con un increíble 5-2. Y te preguntas: ¿qué ha pasado? Solo hay una respuesta: el Real Madrid.
Vinicius, a quien muchos han criticado, sigue demostrando que es el mejor del mundo. Su regate, su valentía, y su olfato goleador lo han convertido en una estrella que marca la diferencia. Ayer, una vez más, jugó un partidazo. Un jugador que, a pesar de haber sido señalado desde los 18 años, ha demostrado tener una fortaleza mental impresionante. Incluso cuando, hablo del Mundial en España, muchos en se le echaron encima, comparándolo con Mbappé, diciendo que el francés era mejor.
Pero no podemos tapar el sol con un dedo. Mbappé ha sido un jugador brillante, sobre todo en el Mundial de 2022 contra Argentina, pero ha ido de más a menos. ¿Volverá a su mejor nivel? Tal vez. Sin embargo, el caso de Vinicius es distinto. Ha ido creciendo, de menos a más, hasta convertirse en el protagonista de una nueva gran remontada del Real Madrid, como no podía ser de otra manera. Porque cuando el Real Madrid pisa la Champions, la magia siempre aparece.